martes, 14 de abril de 2009

ENTRE LOS MUROS

(Puntaje: 8)

Entre los muros, dirigida por Laurent Cantet, es la historia de un profesor de literatura, François, en sus experiencias con un curso de secundario en una escuela de los suburbios de París. François es interpretado por François Bégadeau, también autor del libro homónimo sobre el cual la película está basada. Entre los muros sigue cierta tendencia naturalista contemporánea, para la cual Cantet usa un guión acorde a la espontaneidad de una clase actual, incluyendo la influencia de las mixturas culturales de Francia, previamente investigadas con esmero por Bégaudeau. De hecho, el casting fue realizado entre estudiantes reales, elegidos de escuelas públicas. No obstante, Cantet y Bégaudeau afirman que los adolescentes debieron adaptar sus personalidades al desafío de la actuación, lo que constituye una difícil tarea para quienes no son actores profesionales.
La diferenciua entre esta obra y otras descripciones de la juventud y la educación consiste en que Entre los muros se centra en la perspectiva institucional de la pedagogía y pretende ser más un retrato psicológico del profesor que de los estudiantes. El título Entre los muros puede explicarse no sólo porque el film se desarrolla dentro de los límites del edificio escolar, sino porque también la institución misma es concebida como un "corsét" que ata el accionar de cada uno de sus miembros a su particular estructura. Además, hay una dialéctica inherente a la institución entre el "afuera" y el "adentro", aunque la institución, y esta en especial, trata todo el tiempo de mantener a la escuela escindida de lo que sea que ocurra en el "mundo exterior". En relación con esto, hay una escena iluminadora, cuando los alumnos le reprochan a François el hecho de que les enseñe conjugaciones de verbos en francés que raramente ellos usan el lenguaje coloquial. Esto no debería sorprendernos: es una queja muy común hoy en día.
A pesar de ser un profesor bastante tradicional, François, contra viento y marea, se esfuerza por sostener un modelo de didáctica significativo, para el cual necesita hurgar en las mentes e historias privadas de los estudiantes. Entonces, François una suerte de método "socrático" con el fin de alentar el diálogo entre el alumno y el profesor y, a la vez, entre los estudiantes entre sí. El film, pues, habla sobre las posibles consecuencias inesperadas de este modo de comunicación y sus límites en el presente contexto institucional. Siendo una película francesa, Entre los muros no podía eludir la discusión acerca de lo "otros" de la sociedad. Aquí hay una coincidencia entre el típico "otro" de la institución -la familia del estudiante- y los "otros" de Francia como país -los inmigrantes. No sólo las técnicas de François son incapaces de sobrepasar las fronteras del entendimiento entre dos culturas diferentes (por ejemplo, cuando él entrevista a la madre de Boubacar), sino que tampoco puede hacerlo el la estructura institucional, que no se abre al mundo exterior. Y cuando dos interpretaciones distintas o conceptos existenciales chocan, es mucho más fácil negar lo extraño y expulsarlo. Podemos pensar que se trata de una transposición de Cantet hacia la política de inmigración de Francia. Quizá deberíamos comenzar a pensar a estos "otros" como una parte constituyente de la institución -escuela, país, etc.-, en lugar de tratar de mantener lo extraño alejado.
Para concluir, está claro que Cantet y Bégaudeau pueden abarcar una plurarlidad de temas sin que por ello la calidad cinematográfica de esta dramáticamente muy bien balanceada película disminuya. Sin duda, esta obra será recordada tanto por el público general como por pedagogos. Este fil, ganador de la Palma de Oro en Cannes, debería agregarse a nuestra lista de cine debate. Después de ver Entre los muros deberíamos empezar a reflexionar sobre si la mejor opción para un sistema educacional inclusivo es acaso derribar los muros o, directamente, dejar de pensar que ellos existen.


Hernán A. Manzi Leites

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