viernes, 29 de mayo de 2009

LA ROSA DEL DESIERTO

(Puntaje: 6)


El humor en tiempos de guerra es siempre tragicómico. Su principal recurso es la ingenuidad, la ilusión, el olvido de una situación desgarradora que ocurre allá fuera.
Con este filme del gran Mario Monicelli, de noventa años (La Rosa del Desierto es del 2006), podemos hacer excepciones a esta regla, aunque quizá el carácter excepcional de la película se deba más a la mano de calidad del director y sus intérpretes que a su contenido intrínseco.

La Rosa del Desierto es la historia de un grupo de soldados italianos que van en misión médica al desierto de Libia. En principio, su labor es más bien humanitaria: la guerra los toca de lejos y ayudan centralmente a lugareños. La llegada de los Afrika Korps de Hitler, a cargo del general Rommel (el "Zorro del desierto"), es el turning point del filme. La tragedia adviene cuando este grupo de italianos tiene que responder a los estrictos alemanes en una guerra que no consideraban suya, sino como un hecho distante. Este distanciamiento respecto a la guerra lo evidencian las repetidas instancias líricas de los protagonistas, que viven la amistad, el amor y la poesía como una continuación de la naturaleza ensoñada provista por el desierto. Al respecto, el personaje de un cura poco ortodoxo (Michele Placido) funciona como símbolo de los motivos de oposición del filme, como la racionalidad fría de los alemanes vs. la pasión italiana, que demuestra ser más razonable a la par que es más humanitaria. El personaje de un gordo general italiano, estúpido y perverso, hace que, por contraste, el espectador sienta con mayor intensidad la propuesta de Monicelli de creer en el equilibrio entre sentimiento (y vuelvo a decir: lirismo) y cálculo. Dos escenas para ver esta cuestión: la búsqueda de la cruz (pasión irracional) y el casamiento post-mortem (razón pasional). Les dejo los comentarios a su cargo.


Es una pena que este filme se haya estrenado en formato dvd, ya que las escenas pierden brillo y detalle (¡cómo admirar del mismo modo que los protagonistas las estrellas del desierto!). Otra pena es que el sentido de la película resulta algo lejano a la significatividad actual de nuestra sociedad y ya un poco gastado respecto a la cinematografía contemporánea en general. En efecto no se trata de algo "novedoso", sino de algo bien llevado a cabo; por eso hago hincapié en las bondades del realizador, quien sabe hacer cine, al menos en sí mismo ("para otro", he aquí el sentido que he puesto en duda). Por suerte, no se puede hablar de una producción mediocre. Ciao caro Monicelli!



Hernán A. Manzi Leites

No hay comentarios: