(Puntaje: 6)
En general, los humanos en su desesperación toman decisiones igualmente desesperadas y patéticas. En esta línea y bastante alejado ya de Freud, Woody Allen plantea la cuestión del arrepentimiento y la usual actitud de querer lo que no se tiene y rechazarlo cuando se lo obtiene por el hecho mismo de que ha dejado de ser interesante.
En You Will Meet a Tall Dark Stranger, los dos matrimonios centrales entran en conflicto, digamos, de intereses y por ello el divorcio está asegurado ya para la anciana pareja de Alfie (Anthony Hopkins) y Helena (Gemma Jones), destino que se augura para la relación de la hija de éstos (Naomi Watts encarnando a Sally) con el yanqui Roy (Josh Brolin). Helena no puede creer que la separación se haya consumado y que su esposo la haya abandonado en el afán de retomar las experiencias juveniles que esta viejecita no podía darle y por eso consulta a Cristal (Pauline Collins), una vidente que reemplaza las tradicionales terapias por respuestas seguras acerca del futuro: el fracaso del matrimonio de su hija, la decadencia de Roy como escritor, y otros aspectos de la vida suya y de los otros. Ahora bien, Woody Allen emplea este juego de articulaciones entre la magia de la predicción, el poder de la mente humana y el llano sentido común, tal como similarmente ha hecho en Match Point, incluyendo las vueltas de tuerca que complican la existencia.
En realidad, hay poco para destacar de esta nueva producción en cuanto a la originalidad de la propuesta del famoso director y guionista. Sus diálogos ya no tienen ni la gracia ni la inteligencia de antaño. No obstante, Allen mantiene una calidad básica que permite ser disfrutada; no es poco que escoja excelentes actores. Por otra parte, la historia que protagoniza Josh Brolin es la más interesante, lo cual nos da un indicio de cómo la trayectoria de Woody sigue ligada a New York, ahora reemplazada por la hermosa y más lluviosa Londres.
Finalmente, las historias de Woody Allen atrapan por utilizar la comedia de un modo muy ligado al drama y al suspense. Todos quienes amamos sus films hasta Crímenes y Pecados preferimos, sin embargo, que se tome un tiempo para pensar y sorprendernos con sus diálogos o estrategias como el falso documental, que empleó en Zelig y Dulce y Melancólico, dos películas destacables. Otros dirán, "quiero verlo en la pantalla". Y bien, sigue siendo él, sólo que más viejo.
En general, los humanos en su desesperación toman decisiones igualmente desesperadas y patéticas. En esta línea y bastante alejado ya de Freud, Woody Allen plantea la cuestión del arrepentimiento y la usual actitud de querer lo que no se tiene y rechazarlo cuando se lo obtiene por el hecho mismo de que ha dejado de ser interesante.
En You Will Meet a Tall Dark Stranger, los dos matrimonios centrales entran en conflicto, digamos, de intereses y por ello el divorcio está asegurado ya para la anciana pareja de Alfie (Anthony Hopkins) y Helena (Gemma Jones), destino que se augura para la relación de la hija de éstos (Naomi Watts encarnando a Sally) con el yanqui Roy (Josh Brolin). Helena no puede creer que la separación se haya consumado y que su esposo la haya abandonado en el afán de retomar las experiencias juveniles que esta viejecita no podía darle y por eso consulta a Cristal (Pauline Collins), una vidente que reemplaza las tradicionales terapias por respuestas seguras acerca del futuro: el fracaso del matrimonio de su hija, la decadencia de Roy como escritor, y otros aspectos de la vida suya y de los otros. Ahora bien, Woody Allen emplea este juego de articulaciones entre la magia de la predicción, el poder de la mente humana y el llano sentido común, tal como similarmente ha hecho en Match Point, incluyendo las vueltas de tuerca que complican la existencia.
En realidad, hay poco para destacar de esta nueva producción en cuanto a la originalidad de la propuesta del famoso director y guionista. Sus diálogos ya no tienen ni la gracia ni la inteligencia de antaño. No obstante, Allen mantiene una calidad básica que permite ser disfrutada; no es poco que escoja excelentes actores. Por otra parte, la historia que protagoniza Josh Brolin es la más interesante, lo cual nos da un indicio de cómo la trayectoria de Woody sigue ligada a New York, ahora reemplazada por la hermosa y más lluviosa Londres.
Finalmente, las historias de Woody Allen atrapan por utilizar la comedia de un modo muy ligado al drama y al suspense. Todos quienes amamos sus films hasta Crímenes y Pecados preferimos, sin embargo, que se tome un tiempo para pensar y sorprendernos con sus diálogos o estrategias como el falso documental, que empleó en Zelig y Dulce y Melancólico, dos películas destacables. Otros dirán, "quiero verlo en la pantalla". Y bien, sigue siendo él, sólo que más viejo.
Hernán A. Manzi Leites
4 comentarios:
Her, me encantò tu blog.
Respecto a la pelicula de Allen que comentas, pienso de forma bastante similiar a vos. Es claramente una peli con su sello, respecto a los personajes y las situaciones inesperadas que se presentan, pero no llega a ser ni remotamente aquel Wood y de Annie Hall.
Pero en fin, tampoco podemos exigirle que haga obras maestras todo el tiempo, no?
Saludetes!
En general los humanos en su desesperación toman decisiones igualmente desesperadas y patéticas?
La cuestión del arrepentimiento y la usual actitud de querer lo que no se tiene y rechazarlo cuando se lo obtiene por el hecho mismo de que ha dejado de ser interesante?
Interesante
Comparto la idea de que esta película es una pieza más en la obra de WA, sobre todo de los films que tratan el tema del azar, las decisiones, la honestidad o ética personales y los límites que se atraviesan para sostener un proyecto o una posición social.
A mí sí me gustó la peli, yo le hubiera puesto un 7, a pesar de que no comparto esto de calificar una película.
Bueno, Fernando, la cuestión del puntaje es, según establecí hace años en este blog, una mera guía para el espectador. Es cierto que en voz baja se sabe que las películas realmente recomendadas son aquellas que tienen puntaje del 7 al 10. Comprendo, en este sentido, que le quieras poner un 7. Pero el cine está para disfrutar, no importa el puntaje que uno le ponga, porque depende del momento que cada uno vive y lo que la obra te haga vivir. Por mi parte, espero la próxima de Woody. Hasta el día de su muerte algunos lo seguiremos...
Saludos!
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