sábado, 28 de agosto de 2010

EL HOMBRE SOLITARIO

(Puntaje: 4)

Recientemente nos hemos enterado de que Michael Douglas tiene un cáncer de garganta, y quizá este hecho funcione como mórbido aliciente para que los espectadores concurran a las salas a ver este film de Brian Koppelman y David Levien. Su argumento versa sobre un antaño exitoso empresario (Michael Douglas), que por querer "llevarse el mundo por delante", terminó en desgracia económica tras su procesamiento por negocios sucios. Pero cuando creía que aun le quedaban satisfacciones en su vida, se ve apartado por su familia y conocidos cuando descubre que las relaciones humanas no pueden llevarse a cabo como en el salvaje mundo de los negocios y las estafas. Así, este irremediable mujeriego llega a tener un fugaz affaire con la hija de dieciocho años de su novia (Mary Louise-Parker), quien apenas se entera prefiere que se aparte de su vida y la de su hijo. Similarmente, la relación con su hija y su yerno no es buena, ya que ven en él un abuelo poco confiable para su hijo, que lo adora. Sólo en un regreso a sus orígenes y a un estilo de vida simple y sincero, logrará comenzar a salir de esa personalidad devoradora cuyos resultados ya no lo acompañan más. De esta manera, sólo un viejo amigo de la universidad (Dany De Vito) y su ex esposa (Susan Sarandon), se constituirán en los pilares que verdaderamente podrá considerar como valiosos en su vida, en aras de recuperar, principalmente el amor de su hija y nieto.
Qué decir de esta inatractiva película. Que no aburre, es un detalle menor, teniendo en cuenta que ese fue su principal objetivo, pero tampoco hallamos en ella más que una descripción poco original de los patetismos del protagonista. Los actores de renombre que en ella participan no agregan nada en absoluto a un film rápidamente olvidable, de aquellos cuyo presupuesto podría mejor ayudar a producciones más pequeñas y más valiosas o a los niños pobres de la India.

Hernán A. Manzi Leites

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