Antes de saber el resultado del jurado respecto de qué film sería galardonado con el premio a la mejor película, este blog iba a dedicarle al presente, producido por la prductora platense Paura Flics, tal honor dentro de las películas en competencia que aquí fueron analizadas. No habiendo visto todas ellas, podía perfectamente ganar alguna otra de la lista, pero no fue el caso y Masacre esta noche, producción argentino-mexicana que me propongo comentar ahora, salió ganadora a la mejor película del Festival de Cine de Terror, Fantástico y Bizarro Buenos Aires Rojo Sangre 2009.
Masacre esta noche versa sobre un joven camarógrafo, que podría tomar cualquier trabajo por dinero, total, dice él, "no me meto en nada, voy, filmo, hago mi trabajo y listo". No obstante, su "profesionalismo" (palabra que es el único asidero del protagonista y los demás personajes hacia una moral compartida) se ve enfrentado a una situación inusitada. Ya había filmado gente atropellada, mutilada, padres que tienen que sostenerle la mandíbula a la hija para que no se le caiga -"y yo seguí filmando"-, y por supuesto, una película de asesinos a lo Wes Craven, que, tras dos años, no podía terminar de producir por falta de dinero. Esta vez, tendrá que filmar en el punto más extremo del morbo conocido por las "artes" visuales, un film porno snuff. Para los que no sepan de qué trata este género (que se explica claramente en otra aterradora película, 8mm), es la exposición de escenas pornográficas sádicas que culminan con la muerte real de la protagonista.
El film tiene muchas virtudes, como también defectos que podremos comentar más adelante, pero el mayor de ellos sea quizá poder ser una película de "género" y, a la vez, una metareflexión sobre el morboso cine de terror. ¿Hasta qué punto un realizador de cine, o un espectador es un sádico? "Un rarito". Muchos de nosotros, quienes admiramos este género, no somos asesinos ni mucho menos, pero nos deleitamos con un poco de sangre salpicando la cámara. Sabemos, sin embargo, que eso no es real, que sólo lo podemos ver allí o, mejor dicho, que disfrutamos sólo cuando en este género artístico se expone el morbo. En efecto, hay una discusión de esta naturaleza en Masacre... cuando el director de la obra trata de transmitirle al protagonista que su película de terror debería avanzar hacia los nuevos territorios abiertos por esa suerte de documentalismo de la muerte. La respuesta del camarógrafo era, simplemente, "yo quiero contar una historia".
Además de la sangre, este film es uno de los pocos de los que he visto en el BARS 2009 que tiene una dosis de suspenso precisa y efectiva. El encierro en la casa/set de filmación y la obligación de seguir participando por estar implicado en un crimen, nos muestran esas decisiones "de vida o muerte", literalmente, que legó a la cinematografía el maestro Hitchcock, quien enseñó que mostrando menos se sufría más. Pero tampoco es que este film muestre menos, ya que esta actitud la toma en la primera parte. La parte final es, además, un buen ejemplo del gore y el sufrimiento ajeno [mini "spoiler": el dedo hurgando en el cerebro].
Y tampoco le falta humor a Masacre esta noche. Quizá esta modalidad sea implantada en momentos poco precisos, que hacen, junto con otras cosas, que el final sea un poco más desprolijo que el resto del film. No obstante, los directores (que aprovecho a nombrar: Ramiro y Adrián García Bogliano) lograron utilizar el montaje y el guión para provocar esas escenas de humor preciadísimas para los fanáticos del género.
Los estudiantes de cine, quedarán encantados con un film que abunda en explicitaciones de técnicas de cámara y que se mete en el mundo del cine de género (el porno, el terror, el suspense), como así también nosotros, los espectadores más o menos avezados, disfrutamos de esta repulsión a las perversiones, que tanto amamos. Lo sé, soy "rarito", pero a mí sólo me interesa ver cómo se cuenta una "historia".
Hernán A. Manzi Leites
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